Perdí una parte de mi. Perdí ese algo tan preciado que tenían mis cuadernos. Por míos, por propios, por personales, por íntimos. A veces siento que vengo perdiendo. Perdiendo las cosas que más aprecio, aquellas que eran una necesidad. De repente me veo obligada a acostumbrarme a su ausencia, a sobrevivir a ella y a dejarlas ir.
Será tiempo de cambios. Serán días de nuevos aires.
Podrán ser muchas cosas. Pero ya nunca más será lo que fueron.
¿No ves que la eternidad mañana acaba y te vas?
1 comentario:
Interesante blog. Me gusta, seguí así!
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