A menudos se habla de los grises en una versión negativa. Todos los días amanece un nuevo día con un nuevo sol, una nueva nube o una nueva lluvia. Y se piensa entonces en los matices azules, grises (tal vez) o negros. Hablamos de ellos como de los estados de ánimo.
¿Por qué no pensar en los grises como en un tinte positivo? Se lo relaciona con lo triste, con lo poco feliz. Con la indecisión. Sin embargo, todo ello se vive cada día, en un nuevo día e incluso, en una nueva noche.
Lo gris implica también luz. Es un equilibrio imperfecto lleno de matices blancos y negros. Unas veces más blancos y otros, más negros. Los grises son parte de la vida pues son ese equilibrio desequilibrado que vivimos.
Difícilmente se vivan extremos constantes. Los extremos son determinantes, limitados, difusos. Inconstantes. El gris se vuelve entonces más sano.
2 comentarios:
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"ONIRICOSIS"
algunos grises tambien son "medio camino" entre algo y nada
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