Sólo a veces

A veces me pregunto cómo hacer para que mis sentidos no caigan en la nada. Qué mis pensares tengan un sentido. Que mis creencias crean en ellas mismas. Es posible que quizás sea porque mis tiempos de reflexión hoy merecen otras ideas, ideas y proyectos que hoy ocupan un lugar de privilegio en mi vida. Y me agrada que así sea, ha sido una elección y me ha dado muchos más sentidos que han cubiertos espacios vacíos que pocos han conocido.

Pero a veces, sólo a veces, recuerdo tiempos de reflexiones más emotivas o sentimentales, más colgadas o filosóficas, probablemente más personales y tristes o, más aún, más solitarias, que las actuales. Poco políticas en sí mismas.

A veces, sólo a veces, tal vez como en este momento, me pregunto sólo por estos 5 minutos que ha quedado de esa personita que se colgaba de las estrellas a escribir. Aquella que soñaba con esos mundos de colores y esos amores inexplicables. Con esos sueños sin techo y esas lágrimas sin razones escritas y muchas razones sentidas. Me pregunto tantas cosas que hoy, en ese sentido, parecen tan efímeras, tan complejas que pasan a ser simplicidades de la vida que por no poder resolver en lo inmediato, quedarán para después.

Después, cuando solito llegue el momento. Después, cuando otra estrella caiga a mis pies para escribir y una lágrima inexplicable asome a mis ojos. Después, cuando un abrazo me llene el alma. Cuando cierre una vez más los ojos y piense profundamente: "por favor, que esta noche no se termine nunca".

Un entonces dónde, una vez más, me sienta pequeña, tan pequeña y sienta que el mundo, tan grande, se abre ante mí y maravilla mis ojos y me da brisas de colores. Me llena de atardeceres. Y me da sueños.

A veces deseo, sólo por un momento también, que no haya tan verdad en mi vida. Tanta realidad junta. Sólo por momentos. Esos en los que me gustaría que renazcan los arcoíris y los campos se pueblen de frutillas con el rocío de la mañana.

Esos que te llevan a volar y las alas son infinitas; el aire es fresco. Las ideas no tienen riendas. Y el alma es libre.