"Creo que escribir es una forma de encarar problemas concretos y una posición que por sensibilidad se adopta frente a la vida". CHE Guevara

1.9.09

Mi Mundo

Yo era parte de este inmenso mundo. Y me sentía una minúscula parte de él. En realidad, lo era; como lo somos todos nosotros. No es que ahora sea más que antes, no, sólo... ¿cómo decirlo?... sólo soy diferente. Aunque claro, vos sos distinta a mí, él es distinto a vos. Eso no necesita demasiada explicación.
El problema es que saber no es sinónimo de sentir, ni mucho menos, y yo no me sentía parte de ese mundo del que sabía que era parte. Mis padres no lo entendían, bueno, ¿qué más podía esperar de ellos, no? Si mi educación, las buenas costumbres, y todo lo que implicó mi infancia debía bastarme para entender porque ahora soy como soy. Por qué en su momento resultó un problema ser como era, por qué nadie me supo entender.

La respuesta es muy simple. Por qué yo tampoco me entendía, y ni siquiera intentaba hacerlo. Hasta que descubrí que ese era el camino hacia la solución. Claro que si me preguntan cuál es, todavía no la tengo. Lo estoy pensando... sí, sí; pienso, pienso... ¿¡Tengo tanto tiempo para pensar!?... ¿Sabés? Quisieron hacerme creer que estaba loca ¡y claro! ¿Cómo iban a pensar lo contrario si realmente pienso? No, no creas que es por mandarme la parte, no, jamás.

Es sólo que pienso y pienso en este mundo que nos rodea, pienso en mi mundo poblado de frutillas con un rocío dulce por la mañana, con una tierna cortina de agua por la tarde, con una inmensa luna llena por la noche. Ese aire de jazmines frescos que me inunda los pulmones... y esa música, esa melodía tan lejana pero tan profunda, tan intensa como sentir y esto es lo único que siento.

Porque me obligaron a construir mi mundo, sí, el mío, solita, solita como me dejaron ese día que se fueron al cumpleaños de la tía Marta; solita en mi soledad oscura como me sentía cuando una pesadilla me sorprendía en las noches, irrumpía mis sueños y con lágrimas en los ojos te pedía ¡por favor! Y vos no, "No, nena, es tarde; ¡Dormite!"; y yo me quedaba rodeada de cuatro paredes preguntándome porque este mundo era tan grande y yo era tan insignificante. Entonces me dormía, con un ojo abierto y otro cerrado, con la sábana hasta el cuello, temiendo lo peor. Tenía diez años... si desaparecía nadie se daría cuenta y entonces... ya ni siquiera sería esa minúscula parte. Y vos te olvidarías de mí, y él se olvidaría de mí con vos... ay ay ay... suspiro, cuestionó, recuerdo... pero a veces quisiera no recordar ¿sabés?

Si... porque no tiene mucho sentido recordar ese otro mundo, ese mundo de vidas paralelas, vidas que no se cruzan, vidas que apenas se rozan, vidas vidas... ¿y la mía? La mía es un camino muy empinado... con rocas entre la tierra, pero con pastito verde, un olorcito a flores en el aire... ahhh eso es oxígeno, no eso que vos respirás que decís que te hace vivir, claro, ¡no les cuesta nada vivir contaminados si ya permitieron que les contaminarán las ideas!

No me quejo; si estoy loca... soy una loca linda. Si, porque me gusta vivir, porque vivir cuesta vida y yo... yo soy así, yo vivo así, porque mi locura es una locura tierna, un eterno respirar de sinsabores dulces; es la locura de las cartas de amor y de los versos sueltos en un papel amarillo; llenos de sentido, llenos de mí y de vos también, porque por ustedes soy así... Mi mundo es una primavera constante... aunque sea un tanto irreal... No creas que no lo sabía; pero para mí es la más hermosa realidad pues cada mañana el destino tira piedritas a mi ventana para que vea como sale el sol, un sol que acaricia con su calor cada uno de mis pasos... un sol que me recuerda la alegría de estar viva... en este, mi mundo, tan alejado y tan vecino al tuyo...

Este...

Porque vos lo permitiste... porque vos me abandonaste... por vos...


¡¡Gracias!!


Gracias... porque nunca permitiste que me pareciera a vos...


¡¡Gracias!! ¡¡Gracias mil!!


Porque nunca… nunca jamás... voy a ser como vos...


2006

Monólogo


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